Las tecnologías 4.0, tales como la impresión 3D, están ampliando las posibilidades de diseño y producción de la industria, reduciendo costes finales y mejorando la calidad de las piezas y proyectos. Es por ello que cada vez más Universidades y Centros formativos asumen la importancia de ofrecer proyectos educativos con impresoras 3D que involucren a su alumnado, ya sea a través de talleres de fabricación aditiva o incluso cursos de especialización. Repasamos algunos proyectos que ya están en marcha en distintos campos y centros formativos de España y el extranjero.
El Instituto de Tecnología Rochester
El Rochester Institute of Technology (RIT) de Nueva York cuenta con un centro de fabricación aditiva dirigido a sus estudiantes, pero también a pequeños negocios locales. Su objetivo final es impulsar este tipo de fabricación en el estado, y lo consigue a través de todo tipo de maquinaria. El centro universitario cuenta con impresoras de estereolitografía (SLA), sinterizado láser (SLS), e incluso más sencillas, para aficionados. Algunos de los modelos de impresoras 3D industriales con los que cuentan son las Markforged Mark Two y las Onyx One.
Asimismo, el RIT no ha olvidado la inclusión de la impresión 3D en metal en su proyecto educativo y ha adquirido una Markforged Metal X. Esta impresora 3D que permite crear piezas metálicas de alta funcionalidad ha despertado el interés de numerosos estudiantes y en especial el de los alumnos del club de coches eléctricos, que ya la utilizan para la fabricación de piezas. Esta solución es 10 veces menos costosa que otras tecnologías de aditiva en metal y hasta 100 veces menos cara que la fabricación por medios como el mecanizado o la fundición.
El proyecto educativo de la Politécnica de Cartagena
De vuelta en España, centros como la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ya han atendido una demanda creciente entre los distintos sectores profesionales. La fabricación aditiva y las tecnologías 3D están cada vez más extendidas y se necesitan profesionales familiarizados con ellas que puedan sacarles el máximo partido. Así, su laboratorio de Prototipado y Fabricación aditiva cuenta con equipos de sinterizado láser, extrusión y fotopolimerización, una oportunidad para que el alumnado utilice resinas epóxicas, termoplásticos o nailon en sus proyectos.
La UPCT ha optado por utilizar la impresión 3D y el escaneado 3D de forma conjunta, por lo que utiliza tecnologías como las de Shining 3D, uno de los mejores fabricantes de escáneres del mundo. El escaneo tridimensional de piezas les permite desarrollar proyectos de ingeniería inversa y diseñar nuevos productos a través de otros ya existentes, lo que permite desarrollar numerosos proyectos educativos con impresoras 3D.
Impresoras 3D asequibles y seguras para el alumnado
Sistemas como la ya mencionada Metal X de Markforged permiten al alumnado de centros universitarios fabricar en metal de forma segura, limpia y asequible para el centro. Pueden instalarse en cualquier taller o laboratorio y evitan la aparición de láseres o polvos sueltos. Además, son compatibles con numerosos materiales como aceros inoxidables, para herramientas, cobre o inconel, por lo que también son interesantes para quienes los investigan.
