En todos los proyectos de innovación docente se habla de las nuevas tecnologías y del medio en que se les debe presentar a los estudiantes. No obstante, ¿cómo se puede incluir a la impresión 3D en el aula?

Primeramente hay que diferenciar el nivel educativo en el que se va a implementar la impresora 3D: K12 (Primaria y Secundaria), FP, Universidad… En función a esto se abordará de un modo u otro.

Por ejemplo, la impresora 3D en K12 puede usarse como medio para generar interacción en el aula (engagement), ganarse el interés de los alumnos, y poder explicar complicados conceptos abstractos a través de piezas en 3D tangibles. Es además un modo en el que centro puede destacar entre los otros al añadir la tecnología disruptiva dentro de sus aulas.

Una impresora 3D en FP, sin embargo, prepara a los estudiantes en carreras laborales con futuro. Los diseñadores e impresores 3D son una de las profesiones más demandadas en estos momentos. También les abre las puertas del interés hacia una posible educación superior orientada a la ingeniería de aplicaciones.

Las impresoras 3D en la Universidad cumplen un doble objetivo: por un lado, fomentan la investigación en un nuevo campo (como puede ser por ejemplo el uso de materiales avanzados en FDM/FFF para uso industrial, materiales avanzados para la bioimpresión 3D en medicina o la investigación y desarrollo de nuevos productos en materiales más simples y comúnmente utilizados como puede ser el PLA o el ABS. Por otro lado, sirve para la docencia propiamente dicha, enseñando el funcionamiento de la propia tecnología (FFF, SLA, MJF, LMD…) y como parte de los conocimientos adquiridos por los futuros ingenieros que se están formando ahora en la universidad.

Nuestra guía impresora 3D en la educación aborda todos estos contenidos de una manera concisa para que puedas introducir la tecnología 3D en el aula.