La integración y uso de la tecnología 3D en el sector médico es ya una realidad cada vez más extendida en los centros y laboratorios de investigación, gracias a su capacidad de crear aplicaciones personalizadas adaptadas a las necesidades individuales de cada paciente. En el caso de la cirugía oncológica infantil, la impresión 3D posibilita a los sanitarios la preparación previa de las intervenciones quirúrgicas, pudiendo obtener réplicas exactas de la anatomía del paciente. Esta característica de la fabricación aditiva permite anticipar posibles problemas que puedan experimentarse durante la cirugía, garantizando resultados exitosos..
RETO
Cirugía oncológica pediátrica complicada
El Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, es un centro privado que trabaja sin ánimo de lucro, integrando la tecnología 3D en las áreas de pediatría y maternidad, llevando a cabo alrededor de 200 cirugías al año. Cuando les surgió la necesidad de la creación de un biomodelo en un caso de medicina oncológica infantil, se plantearon cómo abordar el caso recurriendo a la combinación de la cirugía con la planificación 3D.
El menor, con una predisposición al desarrollo de tumores, ya se había sometido anteriormente a una
cirugía para la extirpación de uno de sus ojos por este mismo motivo.
Tras varios tratamientos entre los que se incluyeron la radioterapia y la quimioterapia, el paciente aún tenía un tumor centrado en la zona del hueso maxilar derecho debido a la menor eficacia de estos tratamientos en este tipo de tumores.
En este caso de cirugía oncológica infantil la impresión 3D podía dar respuesta a la necesidad de una preparación previa a la intervención, dada la complejidad de la misma.
«Actualmente, tenemos más de 200 cirugías planificadas con impresión 3D y 9 especialidades diferentes que se están beneficiando de esta tecnología». Arnau Valls, ingeniero de innovación y responsable técnico de la unidad de impresión 3D del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona.
SOLUCIÓN
Medicina multidisciplinar y y tecnología 3D
El centro barcelonés lleva trabajando con la impresión 3D desde el año 2013, desde que se solicitó por primera vez un biomodelo para completar un caso oncológico complicado. Desde entonces, la fabricación aditiva ha pasado a ser una herramienta más del día a día del centro llegando a convertirse en el primer hospital con una unidad 3D acreditada por la Generalitat de Catalunya.
En este caso concreto había que tener en cuenta ciertos factores fundamentales durante la planificación de la cirugía:
1) La zona a intervenir era la cara, una zona sensible que además puede afectar a la forma de percibirse del paciente.
2) Había que poner el foco en la edad del niño, ya que al encontrarse en proceso de crecimiento había que tener en cuenta cómo se transformaría su estructura ósea a lo largo de los años.
3) Al haber perdido ya uno de los ojos, era primordial hacer todo lo posible para mantener la vista del ojo derecho.
La forma de abordar la intervención fue una combinación de varias especialidades, entre las que se encontraba la oncología y la cirugía maxilofacial, combinada con técnicas de imagen y la generación de un modelo en 3D utilizando las impresoras 3D profesionales de BCN3D.
RESULTADO
Intervención exitosa gracias a la planificación
La preparación de la operación empezó con la utilización de técnicas de imagen (TAC y RMN) donde se realizaron pruebas tanto para conseguir el diagnóstico más exacto posible como para establecer los pasos a seguir para la consecución de la cirugía. Después de esto, se unieron todos los datos obtenidos con la biografía médica existente de este tipo de tumor.
Tras este proceso previo, los radiólogos, los cirujanos y los ingenieros del equipo de impresión 3D, generaron la segmentación elegida en el archivo CAD para comenzar la planificación 3D y la simulación. Finalmente, el equipo decidió que lo más adecuado era imprimir diferentes partes tanto del cráneo como del propio tumor;
además, también se fabricaron prototipos de las placas de titanio que se insertarían durante la cirugía.
En cuanto al material escogido, la elección fue el ABS de BASF con el que se conseguía replicar tanto el color como la anatomía de los huesos. Es importante destacar, que estos biomodelos actúan como guía visual para los cirujanos reflejando las relaciones anatómicas entre el tumor y las zonas del cráneo.
El equipo escogido por los especialistas del hospital, fueron las impresoras 3D Epsilon D25 y Sigma D25 de BCN3D debido a los excelentes resultados de impresión altamente realistas.
Valoración final
La impresión 3D es cada vez más un elemento indispensable en el desarrollo de los avances de los modelos médicos, haciéndolos más precisos y personalizables de acuerdo a las necesidades específicas de los pacientes.
