Australian Meat Processor Corporation (AMPC) es una corporación dedicada a la investigación y desarrollo del sector de la transformación de la carne roja en Australia. Su misión es impulsar la innovación, la adopción y el desarrollo de políticas estratégicas estableciendo alianzas basadas en la confianza.
En un entorno de gran producción como es una planta de transformación, hay piezas, como pernos o rodillos, que pueden desgastarse o romperse. Como en cualquier sector, el tiempo es oro y, si una pieza falla, el resultado es una pérdida de productividad y un costoso tiempo de inactividad hasta que se pueda obtener y sustituir la pieza.
Descubre cómo esta corporación ha ideado un programa para hacer que las empresas del sector puedan beneficiarse de la impresión 3D y garantizar un proceso de producción sin tiempos de inactividad.
Sector
Alimentación y Bebidas
Aplicación
Piezas de producción de equipos de transformación
Equipo usado
RETO
Reducir el tiempo de inactividad y minimizar la necesidad de esperar piezas
AMPC ha colaborado con Konica Minolta Australia y Markforged en una prueba pionera en el mundo relativa a un modelo de servicio de impresión 3D. La prueba pretende ayudar a las empresas transformadoras de carne roja de toda Australia a beneficiarse de la impresión de piezas de la maquinaria y revolucionar su mantenimiento para garantizar un suministro continuo de productos cárnicos.
La colaboración incluye un completo programa de 3 años de duración para que estas ventajas puedan materializarse en las plantas de transformación cárnica de toda Australia.
El programa incluye el envío de dos impresoras 3D de fibra de carbono Markforged X7 a las plantas de transformación a través de un innovador sistema que permite probar el equipo antes de comprarlo. El personal de transformación recibe formación sobre el uso de las impresoras para evaluar si la compra de un dispositivo de este tipos sería una buena inversión. Las unidades cambian de planta cada ocho semanas.
El personal puede crear prototipos funcionales para la evaluación, así como producir piezas industriales de composite para su uso final.
Como parte de este programa, The Casino Food Co-op fue catalogada como una instalación que podría beneficiarse de la impresión 3D y recibió la impresora 3D Markforged X7 para probarla.
Desde 1933, The Casino Food Co-op es la mayor cooperativa australiana de transformación cárnica de primera calidad. Se ha consolidado como líder del sector en la transformación cárnica «de la granja al consumidor» utilizando instalaciones de última generación. Situada en Casino, la empresa procesa 1200 cabezas de ganado al día y cuenta con una plantilla de más de 1000 trabajadores en los alrededores.
En las instalaciones de The Casino Food Co-op fue necesario resolver tres cuestiones. La primera fueron las bisagras de los cientos de impresoras de etiquetas utilizadas para producir miles de etiquetas al día.
Brian Armstrong, delineante y jefe de apoyo técnico a proyectos en The Casino Food Co-op, describía así el desafío: «La bisagra de plástico se deforma y se rompe tras muchos años de uso. Como la pieza había sido descatalogada por el fabricante, la única opción era sustituir todas las máquinas de etiquetado, lo que resultaba extremadamente caro«.
La siguiente zona era el tambor de la curtiduría, que elimina el pelo y la grasa antes de teñir el cuero. Un engranaje de curtiduría falló, lo que provocó que la producción de cuero se detuviera hasta que se pudiera fabricar una pieza de recambio.
«La parada de la producción tuvo una gran repercusión y costó decenas de miles de dólares de producto al día a la curtiduría», recuerda Armstrong.
La última área en la que se aprobó la impresión 3D fueron las aspas de los ventiladores de los evaporadores que optimizan la temperatura en las cámaras frigoríficas. Si un aspa se vuelve inestable, todo el evaporador se rompe y la cámara frigorífica no puede rendir a niveles óptimos. Dado que el fabricante del equipo original de los evaporadores ya no estaba en activo, el coste de la fabricación de las nuevas palas era considerable.
«Sin todas las cámaras frigoríficas a pleno rendimiento, The Casino Food Co-op corría el riesgo de no poder suministrar productos a plena capacidad, lo que afectaría a nuestro compromiso con nuestros distribuidores», señaló Armstrong.
«La posibilidad de imprimir simplemente una pieza de recambio podría reducir drásticamente el tiempo de inactividad y minimizar la necesidad de esperar piezas, evitando el riesgo de que se interrumpa el suministro».
Chris Taylor, Director General de AMPC
SOLUCIÓN
Instalación de una impresora 3D Markforged X7
Con la solución de impresión 3D de AMPC, Konica Minolta y Markforged, The Casino Food Co-op pudo resolver estos retos con relativa facilidad y evitar costosas paradas en todas sus operaciones.
Con la posibilidad de imprimir nuevas bisagras para las impresoras de etiquetas cuando sea necesario, ahora The Casino Food Co-op puede evitar tiempos de inactividad en las máquinas y garantizar que se puedan seguir imprimiendo etiquetas. Además, se ha prolongado la duración de las impresoras de etiquetas, lo que supone un ahorro de miles de dólares en costes de sustitución.
Con la impresora 3D se imprimió un repuesto provisional para el engranaje de la curtiduría, que se utilizó para mantener la máquina en funcionamiento hasta que se pudiera fabricar un nuevo engranaje. La transformación pudo continuar con normalidad, evitando unas pérdidas significativas causadas por tiempos de inactividad imprevistos.
«The Casino Food Co-op produce decenas de miles de dólares de producto cada día en la curtiduría. Los dos engranajes necesarios para mantener la máquina operativa se imprimieron y montaron en 18 horas, por lo que no hubo pérdidas de productividad», subrayó Armstrong.
Poder imprimir rápidamente un aspa de ventilador para los evaporadores de la cámara frigorífica también supuso un importante ahorro de costes y una reducción de riesgos para la empresa.
Antes, la cooperativa tenía que encargar a un fabricante de acero la fabricación de un aspa de repuesto, con un coste unitario de hasta 10.000 dólares. Mientras tanto, había que trasladar la carne a un lugar donde la refrigeración funcionara como es debido. Ahora, para imprimir en 3D un aspa de repuesto apenas se tarda unos días y cuesta una pequeña parte del precio de un aspa de acero nueva, lo que supone una importante ventaja para la empresa.
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Valoración final
Según Armstrong, «era esencial encontrar una solución a estos retos. Todas las aplicaciones para las que hemos utilizado la impresora 3D son fundamentales para el mantenimiento y el funcionamiento de los equipos de The Casino Food Co-op, ya que nos ayudan a evitar tiempos de inactividad imprevistos y a cumplir nuestros contratos de suministro».