La fabricación aditiva se está convirtiendo en un gran aliado a la hora de mejorar la eficiencia en distintas partes de los procesos industriales. Uno de los motivos es que la impresión 3D permite reducir costes, según vienen observando los ingenieros y desarrolladores de productos en los últimos años.
Las ventajas que aporta la tecnología 3D han llevado a que la sonda espacial Juno, actualmente en la órbita de Júpiter, contenga una docena de soportes de guía de onda elaborados mediante fabricación aditiva. Pero no solo la NASA se beneficia de las funcionalidades y los bajos costes de la impresión 3D. Compañías como Boeing, Raytheon o Volkswagen aceleran el desarrollo de productos y reducen costes gracias a esta tecnología.
6 Formas en las que la impresión 3D permite reducir costes
La fabricación aditiva se abre camino cada vez más rápido en la industria, en gran parte, porque minimiza los costes en diversas áreas. Algunas de las formas más importantes en las que las impresoras 3D permiten reducir costes son las siguientes:
1. Menor coste en material
A diferencia de los métodos de mecanizado, en la fabricación aditiva, el material se agrega capa por capa, solo en la cantidad necesaria.
De este modo, mientras que los procesos de corte, perforación y mecanizado para lograr estructuras complejas y aligerar la pieza final implican un trabajo adicional y material desechado, con la impresión 3D esto no sucede. Así, se reduce de forma sustancial el desperdicio de la materia prima, lo que se traduce en un ahorro considerable.
2. Funcionalidad de los prototipos
Con la impresión 3D se amplían las posibilidades en la fase de prototipado. Al conseguir prototipos altamente funcionales y a bajo coste, se facilita y acelera la introducción de cambios en esta etapa, con el objetivo de corregir errores e incorporar mejoras en el producto. El resultado es un desarrollo más rápido, menos costoso y más satisfactorio del producto final.
Además, en la mayoría de los casos, se reduce la cantidad de trabajo asociado, especialmente cuando se trata de conseguir elementos complejos y de metal.
3. La capacidad de fabricar formas complejas
Una de las ventajas comparativas de la tecnología 3D es la capacidad para producir formas geométricas muy complejas con menor esfuerzo.
En la fabricación tradicional, muchas veces es necesario generar diversos componentes que después deben ensamblarse. Mientras tanto, con la fabricación aditiva es posible un diseño para ser impreso de modo integral. Esto abre la puerta a la experimentación a través del diseño y, en definitiva, al ahorro de costes en mano de obra, ensamblaje, mantenimiento, etc.
4. La flexibilidad
La impresión 3D ofrece mucha flexibilidad en el diseño y es muy eficiente cuando se trata de volúmenes de producción bajos. Por ello, un buen número de empresas están encontrando la impresión 3D adecuada para fabricar piezas de uso final, especialmente en la producción de lotes de edición limitada, bajo demanda o con alto grado de personalización.
Estos casos, que mediante los métodos tradicionales de producción resultan muy costosos, tienen alta cabida y rentabilidad cuando se realizan a través de la fabricación aditiva.
5. Reducción de costes de almacenamiento para repuestos
La impresión 3D posibilita la producción de piezas de repuesto de modo rápido en el momento en que son necesitadas. De este modo, no es necesario contar con grandes espacios de almacenamiento ni con piezas guardadas que tal vez nunca se necesiten. Se eliminan, así, los costes derivados de la producción innecesaria y de contar con espacios destinados al almacenamiento de estas piezas.
6. Alternativa a las cadenas de suministro
Esta cuestión se ha visto especialmente de manifiesto a partir de la pandemia y la crisis de suministro de materias primas de los últimos tiempos. La fabricación de componentes in-house, sin tener que depender de proveedores externos ni de esperas por cuestiones logísticas, ha supuesto un apoyo y una ventaja competitiva para las empresas que supieron adoptar a tiempo la fabricación aditiva en sus procesos de producción. Al mismo tiempo, suponen una garantía en caso de que situaciones similares puedan volver a ocurrir. En el caso de que, por ejemplo, una empresa necesite un componente para reparar una cadena de montaje, ya no tiene que esperar días o semanas hasta recibir la nueva pieza, sino que puede fabricarla en el mismo día en sus propias instalaciones.
Por otro lado, las plantillas y piezas accesorias necesarias para la producción y generadas por medio de la fabricación aditiva pueden suponer una alternativa más rápida y económica que las posibilidades tradicionales en cuestión de utillaje. No será necesario recurrir a proveedores externos que emplean mecanizado o soldadura, por ejemplo, y que suponen un proceso más lento y más costoso.
La impresión 3D permite reducir costes de muchos modos. Si quieres conocer cómo puede ayudar a minimizar esos costes en tu empresa, desde SICNOVA podemos ayudarte. No dejes de contactar con nosotros para beneficiarte al máximo de las ventajas de la fabricación aditiva.