La impresión 3D ha revolucionado ámbitos industriales, médicos y educativos tales como la industria aeroespacial y automotiva, la electrónica, el mecanizado, la cirugía y los implantes. Además, también ha transformado profundamente la arquitectura.
Donde la producción de una maqueta podía llevar semanas e incluso meses y el resultado dependía de las habilidades de la persona que ejecutaba ese trabajo artesanal, la fabricación aditiva ha abierto todo un abanico de posibilidades.
Usos de la impresión 3D en la arquitectura
Que las maquetas 3D hayan sustituido a las elaboradas artesanalmente supone un salto cualitativo ya que, así, el arquitecto puede centrarse en el reto del diseño. Gracias a la impresión 3D puede obtenerse con precisión casi cualquier forma, por compleja que esta sea.
De todas las tecnologías posibles, el método de impresión 3D más utilizado para aplicaciones relacionadas con la arquitectura es la impresión en sinterizado de polvo composite. Este material requiere de un post-proceso que lo endurece dándole la consistencia y el acabado necesario para un resultado óptimo. El proceso de impresión se lleva a cabo dividiendo el diseño en capas de 2 dimensiones. Lo más interesante es que con este proceso se pueden alcanzar precisiones de hasta 80 micras por capa, lo que permite la impresión a pequeñas escalas sin miedo a la pérdida de resolución en los detalles más diminutos.
Luminarias e iluminación urbana en Belfast
Propietarios de empresas de visualización multidimensional como la estadounidense Realization Group afirman que, gracias a la impresión 3D, “podemos recibir un pedido de una maqueta hoy y entregársela al cliente mañana”. El precio es otro aspecto clave, ya que completar una maqueta implica un coste cuatro veces inferior al tradicional.
Asimismo, la empresa de Intervenciones a Escala Urbana (USI), dedicada a la innovación en el diseño centrado en las personas, ha utilizado la impresión 3D para renovar la iluminación del mercado de ostras de la ciudad de Belfast con el diseño de 43 farolillos que simulan grandes orbes flotantes.
No son pocas las iniciativas que se han ido sucediendo a nivel mundial gracias a este tipo de impresoras. David Munson decidió documentarse y crear lo que él mismo llamó un tríptico del World Trade Center en el que se recogen tres secciones de la zona en diferentes momentos: uno previo al ataque a las Torres Gemelas en 2001, el segundo justo después de la caída de las torres y el tercero en su estado actual. El resultado se encuentra en el Fire Museum de New York.
Impresión 3D para el debate municipal
En el Festival de Ideas de Kentucky, celebrado en Louisville, los ciudadanos tuvieron la oportunidad de reorganizar la ciudad y plantear nuevas ideas pensando en el desarrollo futuro; todo esto con la ayuda de modelos de edificios reales de la ciudad impresos en 3D a escala 1/1000.
Gracias a los estudiantes de arquitectura y a la comunidad maker de Louisville, los asistentes no sólo tuvieron la posibilidad de mover los edificios sobre un plano enorme de la ciudad, sino que, además, podían modificar el aspecto de los edificios con SketchUp e imprimirlos al momento. Y, como si de un juego de rol se tratara, podían discutir modificaciones en la ordenación del tráfico y en los usos de las distintas zonas. Una idea fantástica para traer el futuro de la ciudad y el debate municipal del diseño sobre papel a la visualización 3D.