La compañía farmacéutica gerundense Hipra está preparando su propia vacuna contra la COVID-19, que espera tener lista para producir en octubre, después de finalizar la fase de ensayos clínicos, que está previsto que empiece en el mes de junio. La previsión es que se empiece a comercializar a finales de este mismo año, siempre y cuando se obtengan antes las autorizaciones pertinentes por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Las previsiones hablan de fabricar aproximadamente unas 400 millones de dosis durante el año 2022, y unas 1.200 millones de dosis para 2023.
Esta vacuna, denominada ‘HIPRA SARS-CoV-2’, es una vacuna de proteína recombinante que ha sido diseñada para optimizar su seguridad e inducir una potente respuesta inmunitaria neutralizadora del virus de la COVID-19, Además, la farmacéutica indica que se conservará entre 2 y 8ºC, lo que facilitará su logística y distribución, en comparación con otras vacunas que necesitan ser conservadas a menores temperaturas. Por otra parte, esta vacuna es la cuarta en producción actualmente en España, la primera desarrollada por una empresa privada, junto con las otras tres que está elaborando el CSIC.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, realizó recientemente una visita a las instalaciones de la empresa, junto con los ministros de Sanidad y de Ciencia e Innovación, ha indicado que una de las lecciones que ha dejado la pandemia “es que la unión hace la fuerza” con el objetivo de alabar la colaboración público-privada y ha aplaudido a la farmacéutica por su ayuda durante este último año, en especial, por la fabricación de 30.000 PCR y por la producción masiva de respiradores durante esta pandemia, gracias a la utilización de impresoras 3D, adquiridas a través de Sicnova. La fabricación aditiva en pandemia ha sido un importante recurso productivo, sobre todo en los primeros meses, para afrontar de forma rápida y distribuida una crisis sin precedentes que ha puesto a prueba a la cadena de suministro y a la economía en su conjunto.
Hipra desde el primer momento ha estado muy volcada en esta crisis sanitaria. Desde primera hora la compañía puso sus instalaciones al servicio de las autoridades para ayudar a combatir los efectos de la pandemia, cediendo sus laboratorios a hospitales para el análisis de muestras, aun tratándose de una empresa enfocada en un principio al sector de la veterinaria.
La sede central de Hipra en Girona cuenta con 56.000 m2 dedicados a la producción de vacunas, aunque actualmente dichas instalaciones se están ampliando con unos 114.000 m2 adicionales, con más unidades productivas y de investigación con tecnología avanzada.