La Universidad de Ciencias Aplicadas del Sudeste de Finlandia (Xamk) tiene más de diez años de experiencia en investigación y docencia relacionada con la impresión 3D de polímeros. Uno de sus últimos proyectos buscaba concienciar a las empresas locales sobre las posibilidades de la fabricación aditiva y guiarles en su uso. Sus expertos apostaron por la tecnología 3D de miniFactory con grandes resultados y decenas de piezas para uso final.
Sector
Aplicación
Equipo usado
Equipo usado
RETO
Que las empresas locales adopten la fabricación aditiva
Los expertos de la Universidad de Ciencias Aplicadas del Sudeste de Finlandia (Xamk) buscaban enseñar a las empresas locales todo el potencial de la impresión 3D y lo que esta puede hacer por sus negocios.
Se creó un entorno de fabricación en 3D para facilitar este proyecto, y para completarlo, se buscaba una impresora 3D de tecnología FDM que fuera capaz de fabricar con materiales de alto rendimiento.
«La impresión 3D no tiene por qué reemplazar la fabricación tradicional, pero ofrece nuevas posibilidades. Necesitamos repensar el proceso de manufactura de forma acorde a lo que las impresoras 3D tienen que ofrecer».
Ilkka Vanttaja, Especialista en la Universidad de Ciencias Aplicadas del Sudeste de Finlandia (Xamk)
SOLUCIÓN
La impresora Ultra 3D de miniFactory
La facultad finlandesa optó por incorporar a su laboratorio una impresora Ultra 3D del fabricante finlandés miniFactory. Su cámara calentada a 250ºC permite emplear una amplia gama de materiales, desde polímeros de ingeniería hasta compuestos de alto rendimiento.
Otros de los motivos para sumarla a su catálogo fueron la alta temperatura que pueden soportar sus extrusores, la amplia variedad de materiales con los que puede trabajar, la posibilidad de emplear material de terceros y la gran cantidad de composites con los que puede imprimir en 3D.
RESULTADO
Decenas de empresas interesadas y 214 piezas en un año
Un año después de arrancar el proyecto AMAP, la Universidad de Ciencias Aplicadas del Sudeste de Finlandia tenía 10 compañías colaborando activamente con su plan y había despertado el interés de decenas de empresas. La impresora Ultra 3D del laboratorio de Xamk trabajó sin parar e imprimió 214 piezas sólo durante el primer año. |
Las industrias cercanas a esta Universidad finlandesa se involucraron en la adopción de las tecnologías 3D como un complemento a su actividad. Así, este proyecto financiado con Fondos Europeos de Desarrollo Regional que combinaba distintas impresoras 3D en un mismo espacio logró su objetivo con creces.
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Valoración final
La experiencia ha sido muy positiva para la Universidad de Ciencias Aplicadas del Sudeste de Finlandia (Xamk) y decenas de empresas de la región que ya conocen el potencial de ahorro en costes y tiempo que las impresoras 3D pueden ofrecer y la gran cantidad de materiales resistentes con las que pueden imprimir. “Tenemos que repensar la manufactura con las posibilidades que ofrece la impresión 3D”, apuesta Ilkka Vanttaja, especialista en Xamk.