Composite o Metal, ¿qué método de fabricación elegir?

Composite o metal. Es uno de los dilemas a los que se enfrentar quienes han elegido la fabricación aditiva para desarrollar algún proyecto de diseño y fabricación de piezas.

Los materiales de impresión 3D evolucionan al mismo ritmo que la tecnología aditiva. Cada vez son más la opciones existentes, permitiendo mayor diversidad de producción, acabados y calidades. Elegir el material de impresión adecuado es fundamental, ya que las características de la pieza impresa dependerán en gran medida del material empleado.

Hoy evaluamos dos interesantes opciones de materiales de impresión: composite y metal.

Para poder elegir entre ellas – composite o metal -, conviene conocer sus beneficios y sus bondades, pero también sus desventajas y los inconvenientes que pueden presentar.

Composite o metal – ¿Cuál es el ideal para mi proyecto?

Hablemos un poco de las características de estos dos materiales de impresión 3D. El Composite, integra fibras de alta resistencia, como la fibra de carbono, de vidrio y otras similares, de tal forma que permite la impresión de piezas 20 veces más resistentes que las impresas en ABS.

El metal, por su lado, nos permite imprimir piezas en acero inoxidable, aluminio o titanio que, por supuesto, tienen las ventajas no solamente en cuanto a la resistencia indudable de estos materiales, sino también en lo relacionado con la facilidad para hacer frente a las inclemencias del medio ambiente.

Como comentamos más arriba, la pieza o parte que queramos imprimir, va a determinar en buena medida las necesidades que tengamos y qué tan bien se adapta cada tipo de material al objeto que queremos imprimir. ¿necesitamos que el objeto sea pesado o liviano? ¿tiene un diseño complejo que nos requerirá que el material sea lo más maleable posible?

En la tabla a continuación, comparamos el metal y el composite en distintos aspectos que serán importantes para evaluar la idoneidad del material para el proceso de impresión, la calidad visual del objeto impreso  o a las propiedades físicas de éste.

Composite vs metal

Imprimir en metal aporta a las piezas fortaleza y durabilidad. Las piezas metálicas impresas se pueden postprocesar con procesos convencionales de mecanizado, así como recibir como roscado o pulido. Este postprocesado es mínimo comparado con las piezas que se elaboran por los medios tradicionales.

La impresión 3D se está usando en numerosas industrias: arquitectura, medicina, industria aeroespacial, fabricación de portátiles y ordenadores, etc.

El composite por su parte, está permitiendo elaborar piezas de un alto rendimiento. Materiales como la fibra de carbono ofrecen más fortaleza que muchos metales, con la ventaja de ser mucho más livianos. Por esta razón, se están usando en la industria automotora y en la aeronáutica que requieren partes aerodinámicas.

Así que ¿composite o metal? ¿Pero quién dijo que había que quedarse con el uno o con el otro? Lo mejor es conjugar las utilidades de los dos materiales. De hecho, combinando los dos materiales es cuando mejor podemos apreciar sus virtudes: Podemos fabricar piezas metálicas en 3D, que requieren procesamiento posterior, por ejemplo roscado, y utilizar el composite para fabricar un soporte de sujeción para alinear y sostener la pieza de metal mientras aplicamos los procesos de roscado.  El composite resiste fácilmente la fuerza y asegura la pieza.

Así, es posible imprimir una pieza en metal, y su soporte o complemento en composite. Los accesorios para piezas metálicas, impresos en fabricación aditiva, resuelven el problema de sujeción de la pieza, de manera eficiente, rápida y económica.

¿Composite o metal? Los dos modelos no tienen por qué oponerse. Resultan complementarios, y, así, ofrecen los mejores resultados.

Sea cual sea tu elección, o las características que tu proyecto requiera, desde SICNOVA te podemos ayudar. Aprovecha nuestra experiencia. Consulta a uno de nuestros asesores aquí.