Galletas Gullón optimiza su línea de producción con piezas 3D

Galletas Gullón es uno de los mayores fabricantes de galletas de Europa y cuenta con más de 130 años de experiencia en el sector a sus espaldas. Sus modernas fábricas Gullón y vida producen galletas que se exportan a más de 120 países de todo el mundo y su facturación alcanzó los 341 millones de euros en 2017. El grupo, que cuenta con más de 1.400 trabajadores, no ha dudado en incorporar las tecnologías 3D a su cadena de producción con el fin de que se detenga lo menos posible.

Sector

Industrial, Alimentación

Equipo usado

RETO

Que la cadena de la galletera no pare

Una galletera del tamaño de Gullón y con dos enormes fábricas en España que exportan galletas sin azúcar a 120 países alrededor del globo debe hacer frente a un elevado volumen de producción. La compañía se interesó por la tecnología de impresión 3D para buscar la forma de hacer su cadena más eficiente.

Las paradas son uno de los contratiempos más costosos para las empresas, así que en Galletas Gullón se plantearon comenzar a fabricar repuestos para su maquinaria industrial en 3D. El objetivo era lograr piezas más duraderas, flexibles y resistentes que aguantaran el ritmo y pusieran fin a la elevada rotación en las naves.


«El director se interesó por la tecnología y pensó en adquirir una impresora 3D. Cuando en la fábrica nos dieron la noticia fue como si los Reyes Magos hubieran venido por adelantado. No hemos vuelto a parar la línea por la rotura de dedos de las arrastradoras y ya hemos amortizado la inversión».

Rubén López, Galletas Gullón

SOLUCIÓN

Utilizar material TPU para imprimir piezas en 3D

Los arrastradores de las bandejas de galletas cuentan con varios dedos que permiten moverlas a través de las distintas zonas de la fábrica. Estas piezas solían ser de plástico y tener un coste de reposición de 4,37 euros cada una. En ocasiones, si un robot se paraba sobre una de ellas, podía llegar a romper varias. Una máquina puede contar con 300 de estos dedos. Galletas Gullón cuenta con más de 40 líneas en sus dos fábricas, por lo que el problema se repetía en miles de dedos con su consiguiente gasto. El peor inconveniente era que 

estas roturas obligaban a parar la producción de galletas.

Así que cuando el director decidió comprar una impresora 3D de Ultimaker con el asesoramiento de Sicnova, en Galletas Gullón comenzaron a fabricar sus propios dedos para las arrastradoras de galletas con TPU, un material más flexible y resistente que el plástico. La combinación de ambas tecnologías tuvo un resultado muy positivo.

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RESULTADO

Ahorro incalculable y producción sin pausa

En Galletas Gullón ya no necesitan un stock de costosas piezas fabricadas en fresas o tornos que, en ocasiones, no se ajustaban a sus necesidades. Sus propios trabajadores, incluso los que no tenían experiencia previa en diseño, imprimen nuevas piezas cada vez que lo necesitan. Los dedos de las arrastradoras son sólo un ejemplo de la multitud de

aplicaciones que les posibilita la tecnología de Ultimaker. Ahora, cada dedo se imprime en una hora a un coste de 1,08 euros. Lo mejor es que, gracias a su flexibilidad, no se rompen y en Gullón no han tenido que volver a parar la producción por este motivo. “Sin duda, ya hemos amortizado la impresora”, subraya desde la compañía Raúl López.

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Valoración final

La impresión 3D ha pasado a formar parte del día a día de Galletas Gullón. Sus trabajadores son capaces de diseñar el 90% de las nuevas piezas que necesitan y pueden imprimirlas con facilidad. Han resuelto sus problemas de stock y aumentado su producción, por lo que están satisfechos con su inversión en Ultimaker.