Las tecnologías de escaneado e impresión 3D han demostrado tener multitud de aplicaciones en campos como la Medicina y la Educación. Sus aplicaciones también tienen un gran potencial para ayudar a las personas que necesitan recibir terapia ocupacional, y cada vez más estudios atestiguan cómo crear objetos cotidianos para el día a día con impresión 3D adaptados a cada paciente puede aumentar en gran medida su calidad de vida.
Customización y ahorro
En departamentos de Terapia ocupacional como el de la Rush University de Chicago ya elaboraban modelos anatómicos para planear operaciones, implantes dentales o protésicos personalizables. Sin embargo, también han comprobado que utilizar la impresión 3D para crear objetos customizables y replicables para terapia ocupacional ofrece resultados a bajo coste, con menor uso de materiales y, que además, arrojan buenos resultados en pruebas como el test Jebsen-Taylor, que evalúa la funcionalidad de las manos de los pacientes.
En ocasiones los terapeutas se ven obligados a recomendar la compra de productos caros que, en el fondo, no se adaptan del todo a las necesidades del paciente. La impresión 3D crea la solución adaptada a cada tipo de persona y, además, permite realizar múltiples pruebas a un bajo coste hasta dar con la pieza que ayude al usuario. En la web pueden encontrarse numerosos archivos .STL en abierto para fabricar adaptaciones para tijeras, posavasos, guías de lectura, abridores de botellas, sujetavasos o pajitas, entre otros objetos.
Fortalecedores de manos y más
La impresión 3D puede ayudar a democratizar productos de terapia ocupacional que, en ocasiones, resultan muy costosos, ya sea replicándolos o creándolos de forma personalizada. Un material útil para imprimir este tipo de utensilios es el PLA, un termoplástico biodegradable que suele fabricarse con almidón de maíz. Así, es posible fabricar elementos de ayuda para abrochar sujetadores por muy poco dinero -apenas 1,44 euros-, frente a los 25 que podría costar un producto como este en algunas plataformas online. Lo mismo ocurre con las tijeras para empujar: cualquier tijera puede adaptarse en apenas una hora y media de impresión de algunas piezas.
Asociaciones como la canadiense Makers Making Change ponen en contacto a personas que necesitan este tipo de aplicaciones con terapeutas ocupacionales y voluntarios dispuestos a imprimirlas en 3D y hacérselas llegar. En España, otras como Ayúdame3D imprimen brazos y otras prótesis en 3D para quienes lo requieren.
El software lo reescala
Sin duda, una de las mayores ventajas de utilizar la impresión 3D para la terapia ocupacional es que los software de diseño 3D permiten ajustar la escala y las medidas de diseños subidos a internet previamente. Así es posible hacer modificaciones y pequeños cambios sin necesidad de un conocimiento extensivo en diseño de software.
Un ejemplo son los adaptadores de para llaves que permiten a personas con artritis o poca dexteridad abrir puertas con más facilidad. La impresión 3D permite escalar esta herramienta de apoyo para que sea compatible con la llave y tenga el tamaño adecuado para las manos del paciente. Otra idea son los sujetapáginas que pueden facilitar la lectura a personas con artritis o debilidad. Las posibilidades de la impresión 3D y terapia ocupacional son tantas como puedan imaginarse el terapeuta y su paciente.