La radiología es una de las especialidades médicas en las que la fabricación aditiva ha logrado un mayor desarrollo en los últimos años. Los avances en software, por un lado, y en impresión 3D FFF profesional, por otro, han permitido que varios centros hospitalarios estén incluyendo poco a poco las impresoras 3D en sus procesos de trabajo, de forma que cada vez es más sencillo y económico pasar de una imagen DICOM a un modelo físico final impreso en 3D.
Fátima Matute, radióloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, considera que las tecnologías 3D se encuentran actualmente en una etapa de implantación en su sector, con buenas perspectivas de crecimiento. “En Sanidad cuesta mucho implantar una tecnología nueva, por temas administrativos y por falta de concienciación de la necesidad y el valor que aporte esa herramienta. El día a día nos arrasa y la pandemia nos ha arrastrado hacia una labor asistencial que no nos deja hacer otras cosas, pero realmente estas nuevas herramientas nos van a servir para facilitar el trabajo, cuando estén imbuidas en el día a día”, asegura.
Matute defiende que entre los profesionales de la especialidad de Radiología “ya está creada esta cultura y la ilusión de poder trabajar con la impresión 3D en el día a día, tanto los técnicos como los radiólogos que hay en el servicio”. Neurología, Maxilofacial, Músculo-esquelético, Vascular… No importa la rama. Los radiólogos y técnicos ya han ya se han percatado de la gran oportunidad que suponen estos modelos 3D para dos aspectos fundamentales:
-Ofrecer un diagnóstico y tratamiento más personalizado para los pacientes. Por una parte, el especialista médico puede comprender mejor las características de la dolencia y puede aplicar un tratamiento a medida, mientras que el paciente también entiende de forma más fácil lo que le ocurre.
–Aprender y entrenar a los residentes en técnicas que necesitan de una habilidad especial, de forma que puedan practicar con modelos impresos antes que con un cuerpo humano. Por ejemplo, los modelos vasculares que se están fabricando a día de hoy sirven para ensayar la práctica de cateterismos sobre los vasos artificiales, colocar guías, etc.
Software de segmentación
Las fuentes de esta la imagen médica digital antes de prepara el archivo de impresión 3D pueden ser muy variadas: rayos X, tomografías computerizadas (TC), resonancias magnéticas (RM) o ultrasonidos. Posteriormente estos archivos se tratan con un software específico que procesa la imagen médica para obtener a partir de ella un modelo tridimensional con la estructura anatómica de interés. Es el caso del software Sapphire5D, desarrollado por GiveMe5D, que permite obtener biomodelos imprimibles en 3D solo con enviar la imagen médica a través de su plataforma web.
Dos de los desarrolladores de este software, Marcos Martín y Juan Calabia, impartirán un taller sobre esta herramienta en el próximo evento sobre Fabricación Aditiva y Medicina organizado por Sicnova y 3D Natives, que se celebrará el próximo 8 de abril a las 11’00. El programa lo completará Fátima Matute, que dará su perspectiva personal sobre la visión científico-educativa de la imagen radiológica en medicina.
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