Las impresoras 3D continúan ganando adeptos en la industria y las empresas después de que las más innovadoras ya las hayan incorporado a sus procesos de producción. Aunque durante un largo tiempo fueron vistas como una mera herramienta para la generación de prototipos, la experiencia y el paso de los años han demostrado la practicidad del uso de impresoras 3D en empresas y que las piezas que se producen a través de estas tecnologías pueden ser tan resistentes y confiables como las generadas por métodos convencionales. En el siguiente artículo desgranamos algunas ideas que permiten sacarle el máximo partido a una impresora 3D en el seno de una empresa.
Utillaje y repuestos para el uso de impresoras 3D industriales en empresas
Contar con impresoras 3D en el seno de la empresa es una apuesta interesante durante todo el año, más allá de prototipos o proyectos especiales. Las impresoras 3D industriales ofrecen prestaciones más que suficientes para la producción de utillaje y piezas de todo tipo, lo que puede resultar muy útil para el funcionamiento de los departamentos de Mantenimiento o Control de calidad.
Experiencias de uso de impresoras 3D en empresas:
- Galletas Gullón no tardó en amortizar la inversión en una Ultimaker S5 al poner fin a la elevada rotación de repuestos de los arrastradores de sus bandejas de galletas. Los nuevos repuestos apenas se rompen y tienen un coste cuatro veces menor gracias a la fabricación aditiva.
- Heineken decidió mejorar la seguridad de su planta de Sevilla utilizando las tecnologías 3D para completar los bloqueadores de sus máquinas. Las impresoras 3D permiten imprimir protecciones y refuerzos personalizados para evitar rozaduras o accidentes en cualquier punto de las plantas.
- Xper3D, el equipo de fabricación aditiva de Ferrovial Servicios, fabrica candados de seguridad y otro tipo de elementos que reducen los riesgos laborales para empresas en poliamida 12 y con una HP MJF 5200, lo que les confiere una gran rigidez y resistencia.
Piezas de uso final
Las tiradas medias y cortas se emplean cada vez más en busca de opciones de personalización, pero no son rentables en la industria tradicional. La fabricación aditiva permite crear piezas resistentes y complejas para uso final de forma más económica y con materiales que reducen su peso, lo que abre las puertas a vehículos más veloces, proyectos más eficientes energéticamente y, por ejemplo, la rehabilitación de algunos edificios. Además, gracias al uso de impresoras 3D en empresas los almacenes reducen drásticamente su tamaño y las piezas pueden imprimirse según necesidad gracias a la creación de repositorios digitales.
Más experiencias:
- EdserLabs produce plantillas y órtesis para sus clientes con fabricación aditiva mediante la tecnología Multi Jet Fusion de HP 3D Printing. El postprocesado es mucho menor que por otros métodos de fabricación y, además, la tecnología les permite crear productos como espinilleras, máscaras faciales o inmovilizadores para pacientes.
- Aira Robotics, cliente de Prometal 3D, redujo el peso de los brazos robóticos con los que ensambla piezas y marca con láser productos en líneas de procesamiento de alimentos en un 75% gracias a la tecnología 3D. El ahorro energético es considerable y el precio de la fabricación del robot, que rondaba los 50.000 euros, se ha reducido en un 20%.
- Vestas, la mayor generadora de energía eólica del mundo, utiliza los repositorios digitales de Markforged para que sus operarios impriman las piezas que necesiten allá donde estén. Así renuncia a la generación de grandes stocks o a los gastos en transporte.
Estas son algunas ideas de aplicación pero la experiencia demuestra que, una vez que las empresas integran estos cambios en sus procesos productivos, pronto se les ocurren nuevas mejoras y ventajas para el uso de las impresoras 3D.